¿Qué es el enriquecimiento ambiental? ¿Cuáles son las necesidades ambientales del gato?
Sabemos que los animales tienen unas necesidades básicas que deben ser satisfechas: alimento, agua, descanso y ejercicio físico. Pero además existen unas necesidades especie-específicas medioambientales y de interacción social. Estas necesidades ambientales están vinculadas a su salud física, bienestar y comportamiento.
En el caso del gato, la conducta es la de un depredador generalmente independiente y territorial. Cuando vive en el interior de una casa con poco o ningún acceso al exterior se limitan las posibilidades de expresar sus conductas naturales como son explorar el entorno, marcar el territorio y cazar. Por este motivo cuidadores y veterinarios debemos saber reconocer esas necesidades que garantizan su bienestar y le proporcionan una mejor calidad de vida.
El enriquecimiento ambiental es el conjunto de medidas que favorecen que el animal pueda expresar y desarrollar las conductas y comportamientos naturales propios de su especie. El objetivo es que se sienta estimulado y seguro. Con este propósito analizamos primero el entorno donde vive el gato y después planteamos unas medidas que garanticen las necesidades ambientales teniendo en cuenta sus capacidades, condición y preferencias.
Cabe destacar que el término de «enriquecimiento ambiental» está cada vez más en desuso y la ISFM (Sociedad Internacional de Medicina Felina) indica en sus directrices reemplazarlo por el de «necesidades ambientales» ya que se trata de necesidades y medidas imprescindibles que deberían ser aplicadas desde el primer momento que el gato llega al hogar. Todos los gatos domésticos, independientemente de su estilo de vida, se pueden beneficiar de un plan de enriquecimiento ambiental, aunque estas medidas aún son más ventajosas cuando se trata de gatos que no salen de casa, con problemas de comportamiento o con determinadas patologías médicas.
¿Cómo puedo mejorar el entorno de mi gato?
En este artículo te damos unas recomendaciones básicas de enriquecimiento y así conseguir mejorar su calidad de vida. Es importante tener en cuenta que las medidas deben ser integradas de forma paulatina ya que los gatos ante los cambios se estresan con facilidad.
1. Debemos proporcionarle un entorno seguro con espacios separados. Los recursos ambientales son el alimento, agua, arenero, rascador, una área de descanso y un área de juego. Éstos deben tener su propia ubicación en espacios separados.
En concreto: su cama debe ubicarse en una zona tranquila de la casa, lejos de zonas de paso de personas u otros animales. Se recomienda tener al menos dos bandejas de arena y colocarlas en diferentes lugares de la casa donde puedan acceder fácilmente siempre que lo necesiten. Deben ser grandes para que puedan girar una vez están dentro, sin tapa, con arena no perfumada. Es importante mantener la bandeja limpia, recogiendo las deposiciones diariamente. Los rascadores también son muy beneficiosos. Permiten que el gato cumpla con su conducta natural de rascado de una forma segura y en una zona propia. Debemos proporcionarle estructuras donde trepar y zonas de vigilancia altas (plataformas elevadas o estanterías a diferentes alturas). De esta manera potenciamos el ejercicio. Además, las alturas y los escondites les encantan porque pueden controlar el entorno a la vez que se sienten seguros.
En los hogares en los que conviva más de un gato debe haber espacio suficiente para permitir a cada gato mantener una distancia de 1 a 3 metros (tanto horizontalmente como verticalmente) cuando compartan una habitación.
2. Su alimentación debe ser la adecuada promoviendo el consumo de agua. Para poder satisfacer de forma adecuada sus necesidades nutricionales de nuevo debemos remontarnos a la naturaleza de su conducta en condiciones naturales. A través de la alimentación podemos fomentar su instinto de caza y a la vez ayudarle a mantener su condición corporal. Por ejemplo, escondiendo la comida en diferentes sitios o lanzando bolas de pienso para que las “cace”. Resultan muy estimulantes los comederos interactivos. En ellos introducimos la comida y el gato tiene que moverlo o “ingeniárselas” para sacarla.
Los gatos, debido a que son animales que proceden del desierto, no tienen tendencia por consumir agua, así que igualmente es necesario estimularles a que beban. Y ¿cómo puedo hacer para que mi gato beba más? Por ejemplo, colocando varios bebederos en diferentes zonas de casa, en sitios iluminados, y siempre alejados de la bandeja de arena. Debemos renovar el agua con frecuencia. En comercios especializados hay gran variedad de dispositivos que promueven el consumo de agua, como las fuentes de agua para gatos.
3. La interacción gato-cuidador debe ser predecible y positiva. Aunque los gatos han aprendido a convivir con los seres humanos la mayoría mantiene su carácter independiente y territorial, de ahí que se describa que la mejor interacción con los gatos es la interacción positiva, regular y predecible, breve y no forzosa. Se recomienda que sea el gato el que elija cuándo, cómo y de qué manera haya ese contacto. Para ello debemos saber identificar y diferenciar aquellas conductas o posturas del gato indicativas de búsqueda de contacto de las de evitación o irritación.
4. Se deben asegurar las rutinas de juego diarias imitando hábitos predatorios. Los gatos muestran tendencia por los juegos de imitación de hábitos predatorios y alimentarios. Esto puede llevar a comportamientos indeseables por sus cuidadores por que los dirigen a mobiliario, decoración, etc. Para evitar esto, existen infinidad de juguetes en el mercado, por ejemplo, los que consisten en perseguir objetos en movimiento. Los juguetes interactivos que esconden una pequeña cantidad de alimento son un perfecto estímulo físico y mental. Igualmente podemos recurrir a pelotas o a juguetes de pelo o plumas que se asemejan a sus presas naturales. A los gatos les encanta esconderse y las cajas de cartón son un refugio seguro para ellos.
Al respecto de los juguetes, es importante que sean seguros. Tampoco debemos dejarlos todos a su alcance. Lo ideal es ir rotándolos para evitar que se acabe aburriendo de ellos.
5. Necesitan una estimulación olfativa y visual. El olfato es uno de los sentidos más desarrollados en el gato. Lo utiliza para obtener información de su entorno detectando señales químicas y olfatorias. Debido a esta condición las feromonas sintéticas (en formato spray o difusor) son muy recomendables: ayudan a reducir la ansiedad, favorecen los hábitos de acicalamiento y de uso apropiado del arenero, incluso estimulan el interés por la comida.
En cuanto a la estimulación visual debemos proporcionarle un espacio donde poder ver y recibir luz solar. Las terrazas y ventanas donde poder ver el exterior son opciones de enriquecimiento ambiental, siempre y cuando sean totalmente seguras. No podemos olvidar su naturaleza curiosa.
En definitiva, el enriquecimiento ambiental sí es necesario
Actualmente sabemos que los gatos con los que convivimos requieren de un entorno y una interacción que les permita estar estimulados y a la vez sentirse seguros. Al incluir un plan de enriquecimiento ambiental en su vida les damos la oportunidad de expresar sus conductas naturales y evitamos la aparición de conductas de estrés y patologías que pueden tener consecuencias graves.
Si quieres seguir aprendiendo aquí te dejamos un link donde tienes mucha información sobre la salud del gato y su bienestar: http://www.icatcare.org/.