PATRICIA PINO

Una vez leí cómo un niño de seis años explicaba por qué la vida de los perros es más corta que la de los humanos. Decía que las personas venían al mundo para aprender a vivir una buena vida, a amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas y, como los perros ya saben hacer todo eso, no necesitan estar aquí tanto tiempo como nosotros.

Y es que ellos nos dan todo lo que tienen a cambio de nada. Por ello, decidí dedicarme a cuidarles e intentar devolverles de alguna manera algo de todo lo que ellos nos dan. Desde entonces, mi mayor propósito es darles todo el cariño que puedo en cuanto entran por la puerta, hacerles sentir como en casa y como si nosotros formásemos también parte de su familia.
Me formé y trabajé en el sector de servicios sanitarios durante varios años, hasta que mi participación en un congreso de veterinaria hizo que me enfocase en este mundo de cuatro patas.

Comencé a trabajar en el Hospital Veterinario Menes en el año 2013 tras haber realizado varias estancias de formación en otros centros veterinarios. Desde mi incorporación al equipo, he realizado principalmente labores de atención al público, además de ayudar en el cuidado de animales hospitalizados y asistencia en quirófano.

Durante este tiempo me he formado como auxiliar de rehabilitación y fisioterapia, y actualmente colaboro con la veterinaria encargada del servicio en la aplicación de las terapias y ejercicios a nuestros pacientes.