No es un secreto que los niños adoran a las mascotas y que su mayor ilusión es que les regalen un perro o un gato. Sin embargo, cuidar de estos adorables animales requiere de mucha responsabilidad y no siempre se tiene el tiempo ni el espacio suficiente en el hogar para darles todo el amor y la calidad de vida que nuestros amigos peludos necesitan.
Por eso, los padres, con el objetivo de empezar a educar a nuestros hijos en el cuidado responsable de mascotas y de no desilusionarles, nos decantamos por aceptar mascotas más pequeñas y creemos que fácil de cuidar en su día a día. Uno de esos animales es, sin duda, la tortuga de agua dulce. Un reptil que a pesar de su origen exótico es el compañero doméstico más extendido en países occidentales. Sin embargo, debemos tener encuentra que ninguna tortuga es fácil de cuidar y de mantener en condiciones óptimas de salud.
Pero ¿sabemos cuántas especies existen, qué cuidados específicos y alimentación requieren, cuáles son sus enfermedades más comunes o cómo identificar los síntomas? En las siguientes líneas, el equipo médico especializado en animales exóticos del Hospital Veterinario Nacho Menes, te indicará algunas pautas básicas a seguir ¡Toma nota!
Tortugas de agua: especies más comunes y características
Dentro de la familia de las tortugas acuáticas podemos encontrarnos con dos tipos, las marinas y las de agua dulce. A continuación, nos centraremos en las del segundo tipo, ya que son las especies a las que más estamos acostumbrados. Estas son las más comunes:
Tipos de tortuga
- Tortuga de orejas rojas. Conocida también como tortuga galápago de Florida es originaria de Centroamérica. Su rasgo más identificativo son las manchas de color rojo que tiene a ambos lados de la cabeza. Es omnívoro y puede medir entre 12 y 40 centímetros. En este caso, la hembra suele ser más grande que los machos. Se caracteriza por ser muy activa durante las horas crepusculares y por tomar el sol cuando más calienta para regular su temperatura.
- Tortuga de orejas amarillas. Es una especie que proviene de México y Estados Unidos. Se distingue por las líneas amarillas que tiene en cabeza, patas y cola y por la forma aplanada y color oscuro de su caparazón. Suele medir entre 20 y 30 centímetros de largo.
- Tortuga de Cumberland. Al igual que en los casos anteriores se trata de una tortuga semiacuática. Se diferencia por tener un caparazón ovalado de color verde oliva y con manchas amarillas. Esta raza puede alcanzar los 21 centímetros de largo.
Cuidados y alimentación de la tortuga de agua
Cuando una tortuga de agua entra en nuestra casa es importante suministrarle la alimentación adecuada a su tamaño y especie pero también acomodarla en un acuario adaptado a sus necesidades. Eso significa que su nuevo hogar debe reunir unas condiciones alimentarias, acuáticas y de temperatura concretas. Los aspectos que hay que tener en cuenta son los siguientes:
- El acuario. Debe estar dividido en dos zonas, una de agua, bastante amplia y con suficiente profundidad para que pueda nadar sin obstáculos y otra de tierra, para cuando nuestra tortuga necesite secarse al sol y descansar. Para facilitarle el acceso a ambos espacios es preferible que le coloquemos una rampa.
- El agua. Si no disponemos de filtro de agua se recomienda cambiar el agua cada semana para mantenerla limpia y salubre. En caso de que rellenemos el acuario con agua del grifo es imprescindible eliminar todo el cloro que contiene para que no dañe sus ojos ni su emblemático caparazón. En cuanto a la temperatura ideal, esta debe ser templada y mantenerse entre los 25 y 28 grados centígrados (como máximo.)
- La iluminación. Deben tener acceso a luz solar directa, sin filtrar por cristales. Si no disponemos de luz solar, colocaremos luz artificial, luz UVB, para que su caparazón se nutra del calcio necesario y así, evitar en la medida de lo posible, que sufra enfermedades. También es importante colocar en la zona seca una lámpara UV-B especial y una bombilla que le proporcione calor.
- La alimentación de la tortuga de agua. La mayoría de las tortugas acuáticas son carnívoras cuando son jóvenes y evolucionan a dieta omnívora de adultas. Según la edad que tengan, la frecuencia para alimentarlas varía. Si son pequeñas deben comer una vez al día, si son de edad intermedia cada dos días y si son adultas sólo necesitan alimentarse tres veces por semana. En cautividad la dieta se basa en carne, como pollo, ternera o hígado, y de pescado troceado como mejillones o o sardinas con espina, aunque se pueden suplementar con piensos comerciales formulados para estas especies, evitando un exceso de gambas secas (gammarus).
Síntomas y enfermedades comunes
¿Cuándo debo preocuparme por la salud de mi tortuga? Si notas que presenta cambios en su comportamiento, pierde repentinamente el apetito, su caparazón cambia de color o aspecto, si respira con la boca abierta, sufre diarrea o se mueve menos de lo habitual es el momento de consultar con su veterinario porque lo más seguro es que nuestra pequeña amiga acuática tenga algún problema y necesite de cuidados o tratamientos especiales para curarla. Estas son las enfermedades más comunes que los quelonios suelen presentar:
- Lesiones o heridas en la piel. Causadas la mayor parte de las veces por caídas, mordiscos o rasguños.
- Caparazón blando, decolorado o con hongos. En estos casos se suele deber a tres razones fundamentales: la primera, a la falta de luz solar y por tanto de calcio, la segunda, a la presencia de cloro en el agua y la tercera por exceso de luz o humedad.
- Infección ocular. También debida al cloro o a la falta de higiene.
- Estreñimiento o diarrea. La carencia de vitaminas y fibra suele ser la causa en el primer caso y en el segundo, provocado por todo lo contrario, es decir, el exceso de verduras y fruta en su dieta.
- Resfriados o problemas respiratorios. Para evitarlos es importante alejarla de las zonas con corrientes y que se mantenga a una temperatura templada dentro del acuario.
- Retención de huevos en su interior. Suele ocurrir cuando hay falta de vitaminas, mala alimentación o porque nuestra tortuga ya es muy anciana.
Consejos a la hora de adquirir una tortuga
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- Adopta un quelonio, así no apoyarás el comercio de especies.
- Tener una tortuga a tu cuidado no es una tarea simple ni económica ya que necesitan cuidados especiales.
- Las tortugas necesitan más espacio a medida que crecen y la idea de abandonarlas en cualquier lugar no es buena opción ya que la introducción de especies exóticas pone en riesgo la supervivencia de las especies nativas incluso provocando su extinción.
- Las tortugas a diferencia de los gatos o perros no son animales a los que les agrade ser manipulados.
- Al igual que otras mascotas las tortugas no son juguetes, deben ser respetados y no deben ser maltratados.
- Muchos reptiles son portadores de Salmonella aun cuando están sanos, por lo que es recomendable extremar higiene cada vez que los manipule y no permitir que niños pequeños los manipulen sin ser supervisados por un adulto.
- Antes de adquirir una mascota tortuga debemos informarnos bien sobre sus cuidados para que disfruten de unas buenas condiciones que favorezcan su salud.
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Si quieres que tu tortuga de agua viva siempre sana y feliz, desde HV Menes te recomendamos acudir a su veterinario de confianza para someterla a un chequeo anual. Y tú, ¿también eres fan de las simpáticas tortugas de agua?